Las causas de este proceso fueron el descontento de los colonos por razones políticas, ya que carecían de representantes en el Parlamento británico; económicas, por su dependencia comercial de Gran Bretaña; y territoriales, porque la ocupación de los extensos territorios situados al oeste de las colonias estaba reservada a los británicos.
Por lo tanto, se podría decir que la causa principal de este conflicto fue que Gran Bretaña trataba a los colonos de una forma injusta, dado que éstos aportaban riquezas e impuestos pero aún así, no podían decidir nada sobre el medio en el que gastar dichos impuestos, por lo que finalmente acabaron sintiéndose marginados, utilizados y no representados.
La gota que colmó el vaso fue la subida de impuestos para el té que originó el mencionado anteriormente Motín del té.
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